Espiritualidad Maya de Guatemala

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Bienvenid@s a este espacio para Crecer

¡En verdad os damos gracias dos y tres veces! Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca. Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Os damos gracias, pues, por habernos creado, ¡oh Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh abuela nuestra! ¡Oh nuestro abuelo!, dijeron dando las gracias por su creación y formación.

Popol Wuj

Las opiniones vertidas son responsabilidad de los autores.


viernes, 5 de abril de 2013

EL CERO EN LA MATEMATICA, COMO ESENCIA DE LA ENERGIA COSMICA Y BASE DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO MAYA

Amigos y Amigas:
Les dejo este articulo de Alessandra Vecchi, italiana, de nacimiento y maya de Corazón; quién desde su trabajo como Artista-pintora-investigadora ha colaborado con múltiples proyectos artisticos y de la Historia de Guatemala.

Esperando que su articulo y sus pinturas, nos sirvan a todos para hacernos crecer como humanos, y sirvan para la cultura universal desde la Ciencia Maya.

Le pueden contactar en: avecchi@espiritualidadmaya.org

Saludos

Equipo de Espiritualidad Maya de Guatemala.




EL CERO EN LA MATEMÁTICA,  COMO ESENCIA DE LA ENERGÍA CÓSMICA  Y BASE DEL CONOCIMIENTO CIENTÍFICO MAYA.


“…todo estaba en suspenso, todo en calma, en silencio; todo inmóvil, callado, y vacía la extensión del cielo. No había nada que estuviera en pie; sólo el agua en reposo, el mar apacible, solo y tranquilo. No había nada dotado de existencia” 1.


Majukutaj -existe pero no está-  justamente esa fue  la palabra que dio origen al cosmos.

En el mural EL CERO EN LA MATEMATICA,  COMO ESENCIA DE LA ENERGIA COSMICA  Y BASE DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO MAYA se refleja  que  la cosmovisión maya es cosmogónica, por el hecho de contar que la  concepción del mundo fue con  la finalidad de servir de habitación al “hombre formado” como  un ser consciente, capaz de reconocer, venerar y alimentar a sus creadores, para que ellos pudieran seguir infundiendo vida al cosmos. Asimismo la tierra como parte del cosmos, tras varios ciclos en los que recibió la luz del Sol y las diversas fases de la luna,  éste espíritu evolucionó, germinó y comenzó a diversificarse, a reproducirse,  y crecer  sobre la faz de la Tierra, en toda la vegetación y los seres vivos que la habitan. En esa situación, nace la vida inteligente, la comprensión de los Ciclos de la vida y de la muerte, la razón, el pensamiento, la posibilidad de entender la belleza de la vida y de los Ciclos del tiempo.

El mural en sí, es la visión y explicación del mundo y de la vida, es la práctica de un sistema de valores que relaciona y explica al ser humano, la naturaleza, el tiempo, la vida y las cosas, como una totalidad de relaciones de un sistema vivo: donde el Ajaw está en todas partes y se hace materia en la tierra, en el agua, el cosmos, en el fuego sagrado de la ceremonia, en el cielo y en los espíritus de las abuelas y abuelos simbolizados en mariposas que acuden al llamado del sonido del caracol soplado por la madre tierra para la búsqueda del conocimiento.

Como parte central se visualiza imponente el  Xuculem o Ceremonia, que es la  base de la ciencia Maya, está  configurada y ordenada a través de un paciente registro, clasificación y sistematización de conocimientos filosóficos, científicos y técnicos  expresados en cada uno de los nawales y días que conforman el calendario, los que son  aplicados al diario vivir. De donde  la práctica y  ejercicio de la espiritualidad maya trasciende lo etéreo, dogmático, doctrinario  y donde se ejercita el computo del tiempo y se figuran principios de distintas ciencias a través de los calendarios Ab’ (solar) y Cholq’ij (sagrado o lunar).

En todo el mural es evidente  el centro cósmico donde  “todo tiene un punto de inicio y sobre el cual gira o se ubica la esencia de cualquier elemento en el cosmos  y como punto de intersección energética para alcanzar la plenitud de la vida.” 2

Los cuatro puntos cardinales en su conjunto nos permiten a todos los seres humanos ubicarnos dentro del cosmos. Esta ubicación permite que las abuelas y los abuelos que ya se encuentran en la otra dimensión  mantengan vivas las generaciones actuales, ellos acuden al llamado del sonido del caracol en forma de mariposas para acompañarnos y guiarnos durante las ceremonias.

En el orden de ubicación de las velas rojas, negras, blancas, amarillas y al centro verde y azul, la espiritualidad maya tiene un fundamento y explicación científico, en este caso, astronómico. Los llamados calendarios mayas han sido y son parte fundamental de la espiritualidad maya, en ellos se señalan momentos propicios para actividades diversas, individuales y colectivas. Aparte de contar el tiempo, identifican momentos para el conocimiento de la naturaleza a través del calendario solar y para actividades específicas personales y colectivas en el calendario sagrado lunar.

El cero es un símbolo comúnmente utilizado para representar la nada; sin embargo, el concepto maya del cero no implica una ausencia ni una negación; para los mayas, el cero posee un sentido de plenitud.

Ubicando los cuatro símbolos del cero en el mural, se plasma que  al contrario del significado del cero en la cultura occidental, en él se representa el todo, el inicio o el principio  ya que de acuerdo a su posición, comprueba que a este número no le falta nada, lo cual es una acepción opuesta al concepto de ausencia o carencia.

De esta manera El Caracol, el ojo, el ombligo, o la semilla que germina  ubicada en la parte occidental del mural, representa el punto de inicio de la germinación de la vida humana a través de la milpa que complementada a los otros elementos cosmogónicos dan origen al a los “hombres de maíz” o “la criatura formada” que reza el Popol Wuj.

El símbolo de la cabeza pensante y en estado de meditación,  reflejado en el mural como parte del tocado de la madre tierra, es la representación  simbólica y matemática  del todo, principio y fin Maya.

En el centro  la ceremonia representa la ubicación cósmica y los conocimientos científicos de los mayas, “las cuatro direcciones cósmicas desde lo horizontal, como también lo vertical.”3. De esta manera se reitera que el calendario maya es la base para la ciencia  del pasado, del presente y del más avanzado futuro.

En la parte central superior del mural, se observa “el caracol en representación del principio y el fin, en ello es que se origina la vida o más bien es el hábitat que da vida a un ser, como también es ahí donde termina. Es el símbolo de la espiral ascendente que también representa el tiempo”.4. El principio porque es allí donde se origina la vida  entre la unión de todos los elementos de la naturaleza y el cosmos; Pero también es el  fin porque es allí donde culmina la vida y pasa a formar parte de la otra dimensión junto con las abuelas y abuelos representados en forma de mariposas en posición espiral ascendente en representación del tiempo.

En toda la simbología del mural, se refleja la complementariedad entre el hombre y la mujer: El sol (hombre) y la Luna (mujer); la pareja de un hombre y una mujer que emerge de las aguas, el Jun Winaq u hombre formado sentado frente al Tuj contando los 260  días que el ser humano lleva para formarse dentro del  vientre materno y la mujer ajq’ij que suena el caracol para convocar a todas las energías a acudir a la ceremonia

Además de la tradición oral y sabiduría ancestral transmitidas de generación en generación, los tejidos han contribuido a mantener vivos los conocimientos ancestrales  durante siglos  por medio de su simbología como en el caso específico del cuello de los güipiles de Chichicastenango y de las mujeres Ixiles que no es más que la representación del astro Sol plasmado en el mural.


El mural “EL CERO EN LA MATEMATICA,  COMO ESENCIA DE LA ENERGIA COSMICA  Y BASE DEL CONOCIMIENTO CIENTIFICO MAYA”  busca ser un material pedagógico a los talleres de Cosmomatemática en la que se induce a los estudiantes  a  entender, manejar y explicar el entorno, por medio del lenguaje matemático. Por medio de esta expresión artística se pretende educar a los jóvenes  a clasificar, ordenar, modelar, medir, calcular, contar y distribuir patrones expresados en la madre naturaleza, en el tiempo y  en el espacio para comprender el entorno  y la relaciones de la vida diaria.  El mural también ayuda a comprender como los antiguos conocimientos científicos, astronómicos, médicos, astrológicos, agrícolas, matemáticos  sigan siendo aplicados en la vida diaria de los Mayas de la actualidad.



Máximo Arnoldo Curruchich Cúmez
Alessandra Vecchi Grandi




Notas:

1.       Extractos del Popol Wuj
2.       Rub´eyal ruk´utik Maya´ Jek´oj. ACEM página 24 y 27
3.       Rub´eyal ruk´utik Maya´ Jek´oj. ACEM página 51
4.       Rub´eyal ruk´utik Maya´ Jek´oj. ACEM página 51








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