Espiritualidad Maya de Guatemala

Espiritualidad Maya de Guatemala

Bienvenid@s a este espacio para Crecer

¡En verdad os damos gracias dos y tres veces! Hemos sido creados, se nos ha dado una boca y una cara, hablamos, oímos, pensamos y andamos; sentimos perfectamente y conocemos lo que está lejos y lo que está cerca. Vemos también lo grande y lo pequeño en el cielo y en la tierra. Os damos gracias, pues, por habernos creado, ¡oh Creador y Formador!, por habernos dado el ser, ¡oh abuela nuestra! ¡Oh nuestro abuelo!, dijeron dando las gracias por su creación y formación.

Popol Wuj

Las opiniones vertidas son responsabilidad de los autores.


martes, 29 de noviembre de 2011

SISTEMA CEREMONIAL CALENDÁRICO MAYA EN GUATEMALA

Amigas y amigos:
En esta oportunidad del comparto este interesante artículo fruto de una investigación seria científica y que puede ser útil herramienta epistemológica para comprender nuestros valores, cultura y Espiritualidad. Este trabajo incluye experiencias de alguien que practica, entiendes y comprende la Espiritualidad Maya desde que era niño. Con esa autoridad les comparto este articulo y espero que sea para comprender mejor y difusión verdadera de nuestra forma de ver el tiempo, lejos de las imágenes falsa que desinforman. Sea esta contribución para entender el evento que como Cultura viviremos en el 2012.

Julio Menchú


SISTEMA CEREMONIAL CALENDÁRICO MAYA EN GUATEMALA
Kab’lajuj keme: Ines Puluc Boror
Historiador kaqchikel. De Guatemala. Investigador en el área. Histórica, cultural y lingüística


INTRODUCCIÓN

A manera de introducción quisiera a gradecer a ruk’ux kaj, ruk’ux ulew por esta oportunidad y otras el poder intercambiar criterios en cuanto a la manifestación espiritual entre culturas, de modo sistemático en este estudio quiero ser énfasis por ciclos de la vida espiritual que de una  y otra forma ya es una formación académica en mi vida pero con el cargo de conciencia el vida cotidiana de nuestros abuelos ya sea transmitido de forma oral o por motivos académico pero es parte de nuestra naturalidad como mayas actuales que creemos en que la vida es cíclico por lo mismo es evidencial en el wayeb’, como una forma moderativa en la conducta humana entrelazado con las recomendaciones de los abuelos con el calendario lunar y solar y así mismo con los portadores de cada año. Y entendemos que el tiempo es redondo que cumple con un gran ciclo de vida tal como el ciclo de 52 años y otros que podemos evidenciar en el llamado cuenta larga dentro de tiempo maya.

QUE ES EL WAYEB`

Es el periodo de 5 días de cierre del calendario Solar que recibe el nombre de Wayeb’, o Awas Q’ij, son 5 días de reflexión, de espera, de guardar, de formación, de evaluación y preparación, que acompaña a los 18 Winal (meses) de 20 días cada uno para completar el ciclo de 365 días para la recepción del año nuevo 365 en el calendario Maya.

Wayeb’ es justamente “el principio de la orientación de los portadores (cargadores, gobiernos) de los años que determina el cambio de poderes políticos”.

El periodo de transición de un ciclo a otro, para el cambio de autoridades en el tiempo dentro del pensamiento Maya, que se le denomina “Mam” cargadores o regentes de los años.

El Wayeb’ son los 5 días de preparación para la entrega de cargos, cambio de las autoridades en el servicio comunitario, personalidades elegidos por las comunidades, observados por sus méritos y cualidades, hoy llamados: alcaldes, alcaldes auxiliares, guardianes de cementerio, regidores, guardianes de altares (ajchal), los mensajeros, alguaciles, mayordomos[1].

Son 5 días sin autoridad del Mam o regente cargador del año, motivo por el cual se denomina a los 5 días Awas Q’ij (5 días de guardar).

El Wayeb’ son días de evaluación de los hechos personales, familiares y sociales, el cuidado para con la madre naturaleza, la siembra, la cosecha, los animales, la vida de las pertenencias y toma de nuevas decisiones. “un nuevo ciclo significa la presencia de limpieza, orden, armonía con todos los elementos naturales y sociales”.

Estos días de traspaso significa ver, analizar, establecer sus alcances, logros, desavenencias para tomar nuevas decisiones de los nuevos gobernantes. “Son días para la planificación del nuevo ciclo, del nuevo gobierno, son días de preparación para que se asiente el nuevo Mam dueño y cargador del tiempo”


MODERACIÓN EN LA CONDUCTA HUMANA.

Las prácticas de estos días se refieren a una actitud de armonía y equilibrio con los elementos cósmicos como se hace ver en la descripción de las siguientes prácticas familiares y sociales.

Los cinco días, son para facilitar las relaciones entre el cosmos y la humanidad y entre la humanidad misma. Las energías del cosmos son benéficas y a la vez hacen advertencias, muchas veces las actitudes humanas se ocupan a desarmonizar las relaciones individuales con las colectivas.

Los cinco días que significan aparentemente vacío en cuanto al gobierno del tiempo, son días que propician condiciones para reflexionar, renovar y decidir en la vida desde la relación con la madre naturaleza y la vida social de la humanidad.

Vivamos todos estos momentos especiales, cambio de cargadores, de autoridades y gobernantes del tiempo. Preparémonos para recibir el cargador Vivamos y compartamos el Wayeb’.

Recibamos el año Nuevo, con ceremonias, presentemos nuestras candelas, pom, el incienso para que nuestro agradecimiento y petición llegue a los abuelos y abuelas.

Ofrendemos flores y frutas regalo de la misma naturaleza y producto de nuestro trabajo. Podemos realizar nuestras ceremonias en colectivo, en familia o individual. Podemos ofrendar desde un altar o en nuestra casa. Involucremos a toda la familia, principalmente los niños y jóvenes, como parte de su proceso de enseñanza.

Los Sistemas de Portador del Año

Además de tener tres calendarios, a saber, la cuenta larga, el cholq’ij y el hab, los Mayas usaron más complicados sistemas para numerar los días de los meses del haab y cambiando el haab uno o dos días respecto al cholq’ij.

Los mayas Clásicos numeraron al parecer los días del mes de 0 al 19 después de lo cual venía el día 0 del siguiente mes. En algún tiempo, poco antes de la Conquista española entró en uso un sistema en Mayapan en el que se numeraron los días de 1 a 20. Así el "mes inicial" puede ser 0 o 1.

La cuestión del cambio del haab respecto a los cholq’ij pueden explicarse en términos de lo que es conocido como "portadores del año." Un "portador del año" es el nombre de un día del cholq’ij, que puede caer en el primer día del año. Asumiendo que la base del mes es 0, el primer día del año es 0 Pop. Cada 0 Pop también es alguna fecha del cholq’ij, por ejemplo, 1 iq’ 0 Pop. Dado que hay veinte nombres de días del cholq’ij, y el año del haab tiene 365 (= 20*18 + 5) días, los nombres del cholq’ij para cada día de año nuevo variará en 5 en el ciclo de nombres del día, como en la siguiente secuencia de los días de año nuevo:

Sólo cuatro de los nombres .de días del cholq’ij pueden coincidir con 0 Pop (que es el día del Año Nuevo Maya), y estos cuatro se llaman "Portadores de año."

En los archivos históricos se encuentran tres grupos diferentes de Portadores de año. El más común es el grupo lq’, Kej, E’, N’oj, como se vio arriba[2].

"Otro juego de Portadores de año es, Aq’ab’al, Q’anil, Aj y tijax, era Ocasionalmente empleado durante el periodo Clásico tardío. Ellos se llaman Portadores de año de Campeche por la región donde ellos fueron identificados Primero... Un tercer calendario, basado en Kan, Toj, I’x Kawoq, se introdujo en Yucatán durante el periodo Postclásico[3].

Estos autores también notan que fué "en Mayapan en la víspera de la Conquista española'' cuando los mayas empezaron a numerar sus meses de 1 a 20, en lugar de de 0 a 19. Para estos mayas el primer día del año no era 0 Pop, sino 1 Pop. En semejante sistema los Portadores de año son los nombres de días del tzolkin que pueden coincidir con 1 Pop. Este sistema se usa en el Códice de Madrid, donde los Portadores de año son Kan, Toj , l’x, Kawoq.

Se conoce un tercer sistema de Portadores de año, a saber, Aq’ab’al, Q’anil, Aj, Tijax. Tres sistemas de Portadores de año y dos inicios de mes (0 y 1) dan seis posibles sistemas de relacionar las fechas del haab y las fechas del cholq’ij. Algunas fechas del cholq’ij y haab son posibles dentro de algunos sistemas y no dentro de otros, y ninguna fecha del cholq’ij/haab es posible dentro de todos los seis sistemas.

Así cuando se interpretan fechas del cholq’ij/haab es necesario tener cuidado acerca de si el mes inicial es 0 o 1 y cuáles son los Portadores del año. De los seis posibles sistemas, se usaron sólo cuatro, como se muestra en la siguiente tabla:

Algunos estudiosos, en especial[4], establecieron que los Códices Dresden y París usan el sistema Aq’ab’al/Q’anil de Portadores de año. Esto es el resultado de interpretar ''el primero dia del mes Pop" equivalente a 1 Pop en lugar de 0 Pop. Si esta interpretación de "Portadores de año" se adopta, entonces el Códice de Dresden usa el sistema de Aq’ab’al/q’anil, por el hecho de que sólo lq’, Kej , etc., puede coincidir con 0 Pop, e implica que sólo Aq’ab’al, Q’anil, etc., puede coincidir con 1 Pop.

Thornpson aduce como evidencia el que el 0 día de un mes realmente fue el último día del mes precedente, así que 0 Pop realmente era el último día del año viejo, no el primer día de! nuevo año, pero sugiere que los propios mayas (en esta fase tardía de su historia) pudieron haberse descuidado al diseñar tales distinciones. Esto sugiere que, el sistema de Podadores de año usado en este sistema interpreta el 0 día de un mes como el primer día de ese mes, implicando que el sistema de Portadores de año usado en el Códice de Dresden es Iq’/Kej y no el Aq’ab’al/Q’anil.


CALENDARIOS Y EL SISTEMA DE LA CUENTA LARGA

Los Mayas mantuvieron registros exactos de los ciclos del tiempo, basados en los movimientos de los cuerpos celestes, la órbita de Venus y el paso del Árbol Maya Origen de Toda la Vida y el Universo, la Vía Láctea, en donde vivían los Señores Mayas.  Los mayas fueron matemáticos y astrónomos avanzados, quienes calculaban los ciclos de la luna y del sol.  Debido a que estaban obsesionados con el tiempo,  creyeron que el tiempo es sagrado, los mayas siguieron una ruta mística del tiempo.

Los mayas tienen un calendario que es más exacto que el gregoriano  ¿Cómo alcanzaron los mayas esta gran proeza?  Primero que todo, la concepción de un calendario es inexacta, ya que los Mayas tenían dos diferentes calendarios, que combinados producían un tercer elemento llamado el ciclo calendárico.  Entender aún otro elemento, al cual nos referiremos como el Sistema de la Cuenta Larga, también es muy importante.

Si usted observa muy de cerca las estelas en Tikal, verá que muy a menudo las inscripciones comienzan con una fecha en el Sistema de la Cuenta Larga.  Esta inscripción también es llamada la serie inicial, un sistema que cuenta el paso del tiempo continuamente desde una fecha de inicio.  Ellos mantenían un perfecto conteo del tiempo, usando su sistema de la cuenta larga, combinando los dos diferentes calendarios arriba mencionados.

La Cuenta Larga inició en una fecha, hace alrededor de 5,000 años, 4 Ajaw 8 Kumku, equivalente al 13 de agosto del año 3114 A.C.  La cuenta larga usualmente es precedida por un Glifo Introductorio de la Serie Inicial, que anuncia que la cuenta empieza.  El Glifo Introductorio está compuesto por un signo llamado K’atun, de la deidad del mes y una superficie de tres señales rizadas... Algo muy importante para las vidas de los antiguos americanos, que pudo haber sucedido en el día que ha sido marcado como la fecha “cero”, la cual podría compararse con la fecha inicial del calendario Gregoriano[5].

Los mayas llamaron Cuarta Creación a la era que inició hace 5,000 años en 4 Ajaw 8 kumku.  Fechas que en el Sistema de la Cuenta Larga son expresadas como 5 números, separados por puntos, la primera posición indica cuántos b’aqtunes han transcurrido desde la fecha inicial, la segunda, cuántos k’atunes, la tercera, cuántos tunes, la cuarta, cuántos winales y la quinta, cuántos k’ines.  El transcurso del tiempo desde 0.0.0.0.0 4 Ajaw  8 Kumku (está manifestado en unidades de tiempo, las cuales tienen la misma función que las nuestras.  Los cinco períodos de tiempo empleados en las unidades de cuenta larga son mostrados en el siguiente cuadro, que esperamos podrá ayudarle a entender qué representa cada uno de éstos:


Baktún
20 katunes  
144,000 días o alrededor de 400 años (394.52 de los nuestros)  
Katún  
20 Tunes
7,200 días o alrededor de 20 años (19.73 de los nuestros)  
Tun  
18 Uinales  
360 días o alrededor de 1 año (menos 5 de uno de los nuestros)  
Uinal  
20 Kines  
20 días o 1 mes Maya...  
Kin  
1 Día
24.017 horas


La Cuenta Larga (0.0.0.0.0) usualmente es seguida por un día en el Ciclo Sagrado (4 Ajaw), también llamado el cholq’ij  y luego un día en el Calendario Civil o Haab (8 Kumku), también conocido como “El Año Vago”.  En el Ciclo Sagrado y en el Año Vago, usualmente los días se separaban por una notación de deidades rotativas correspondientes del Inframundo, una serie de 9 señores de la Noche.  Esto puede compararse con los signos del zodíaco, es decir que podríamos describirlos como decoración con significado astrológico.  Los dos días posiblemente también fueron separados por series lunares, las cuales expresaban la “edad” de la luna.  Para los mayas las fases de la luna se expresan a través de seis diferentes fases de rotación de este cuerpo celeste (llamadas lunaciones) y no 4 como tenemos nosotros.  Los mayas indicaban si una lunación particular era de 29 o 30 días de longitud.

Empecemos con el Ciclo Sagrado, un calendario utilizado en adivinaciones.  Fue llamado cholq’ij.  Tenía 260 días, formados por una combinación de 20 nombres de días con números del 1 al 13, resultando 260 diferentes combinaciones de números y nombres, comparado con el sistema de  semanas de 7 días.  Podríamos decir los mayas tenían, semanas de 13 días, que combinaban con los nombres de los días, para un total de 20.  Decimos, si hoy es miércoles, en 7 días será miércoles de nuevo.  Cada día y cada mes tenían un nombre especial.  Los nombres sagrados de los días del Calendario cholq’ij.

A pesar de que es una concepción ampliamente sostenida, la noción de que los mayas no utilizaron o conocieron la rueda, parece ser una equivocación.  Su sistema de calendarización fue compuesto de ruedas, dando vueltas dentro de otras ruedas, el intricado mecanismo de la máquina del tiempo que conocemos y que no es muy simple.  Para hacer las cosas todavía más complicadas, los Mayas modernos no hablamos un idioma  puro, ya que lo mezclaron con los de otras personas que emigraron del México antiguo.  Los nombres de estos días han cambiado a versiones más modernas de su lenguaje antiguo.

El siguiente día importante en nuestro calendario vendría de la combinación y cambio de una serie de fechas que fueron observadas en el Calendario Civil llamado Haab, dividido en un período de 360 días, subdivididos en 18 “meses” de 20 días cada uno, y el mes de 5 días llamado wayeb’ ciclo repetitivo de 365 días.  Los días eran numerados del 0 al 19 y los días del “mes” wayeb’ es numerado del 0 al 4.  Estos eran los “meses” del Año:

Pero esto no es todo…  Los tres calendarios descritos, el de la Cuenta Larga, el cholq’ij y el Haab, son combinados para formar un ciclo de 52 años, llamado el Calendario Circular.  Un Calendario Circular incluye ambas partes, 4 Ajaw, del cholq’ij y 8 kumku del Haab.  La misma combinación se repetirá de nuevo en 18,980 días o en exactamente 52 años.  Sin embargo, para determinar con precisión una fecha en el tiempo, debemos conocer la Fecha de la Cuenta Larga, expresando el número de B’aqtunes, K’atunes, Tunes, winales y K’ines, transcurridos desde la fecha cero y ser capaces de saber una fecha precisa!  Estos son encontrados en fechas que usualmente están adjuntas a las inscripciones, llamadas las series secundarias o los números de la distancia.

Pop, Uo, Zip, Zotz, Zec, Xul, Yaxkin, Mol, Chen, Yax, Zac, Ceh, Mac, Kankin, Muan, Pax, Kayab’, kumku y Wayeb’.  Así la cuenta para los últimos  días de este ciclo sería algo como esto: 0 Kumku, 1 Kumku, 2 Kumku, 3 Kumku, 4 Kumku, 5 Kumku, 6 Kumku, 7 Kumku, 8 Kumku, 9 Kumku, 10 Kumku, 11 Kumku, 12 Kumku, 13 Kumku, 14 Kumku, 15 Kumku, 16 Kumku, 17 Kumku, 18 Kumku, 19 Kumku, 0 Wayeb’, 1 Wayeb’, 2 Wayeb’, 3 Wayeb’, 4 Wayeb’, un nuevo ciclo iniciaría en 0 Pop, 1 Pop, 2 Pop, y así hasta 365 completar los 365 días. En otras palabras, los 18 nombres de los meses han sido combinados con números del 0 al 19, excepto para Wayeb’, que sería combinado con números del 0 al 4.  Así, si hoy es 8 Kumku, de nuevo sería 8 Kumku en 365 días, cuando inicie el “Año Nuevo”.   




Los mayas quizá no inventaron su calendario, así como los orígenes de su escritura, el nacimiento de su calendario pudo haberse originado de otra Cultura. Sin embargo, su precisión y el impresionante grado de avance es puramente responsabilidad de los mayas.  Hay otros elementos de la sintaxis Maya que necesariamente deben ser comprendidos para poder interpretar correctamente el concepto de movimiento y el concepto del tiempo en las escrituras Mayas.  Estos son llamados Glifos Hel, que son acompañados por sus correspondientes números de distancia. 

Un Glifo Hel se proyecta a eventos históricos ya sea pasados o futuros, requieren de una interdicción para poder leer una corta cláusula independiente, la cual se refiere a ascensos al trono de algún gobernante, relativas al carácter central de una línea familiar, pero usualmente se refieren a un marco específico de tiempo dentro de un texto.  El carácter central, contando la historia, puede usar un Glifo Hel y decir “En el año 3,114 A.C. mis ancestros estuvieron presentes, durante la Creación del Mundo”, tal como el Señor Kan Jabalí indica en la Estela 10 de Tikal, legitimando su linaje.  El Glifo Hel podría usarse para hacer una predicción, tal y como se ha visto en las escrituras del Chilam B’alam de Chumayel, más a menudo, quizá, el carácter central que ellos usaron para referirse a si mismos y los logros de sus familiares y ancestros, como cláusulas independientes, dando un contenido narrativo completo a lo largo del texto.


En Guatemala el wayeb’

Los cinco días previos corresponden a un período sagrado para la cosmovisión maya, conocido como Wayeb’, durante el cual se celebran ceremonias en mayaria de  altares distribuidos en todo el territorio nacional.

De acuerdo con el estudioso de las culturas indígenas Adrián Inés Chávez, son jornadas de evaluación de los principales hechos personales, familiares y sociales, cuyo objetivo es prepararse para el próximo ciclo.

Los mayas crearon tres sistemas de cómputo del tiempo, uno de 260 días basado en la rotación de la luna alrededor de la tierra, que consta de 20 meses de 13 días y su fin era religioso.

El segundo,  es el agrícola, establecido según la rotación de la tierra alrededor del sol, y se compone de 18 meses de 20 días, más los cinco días del Wayeb’.

Finalmente está la llamada Rueda Calendárica, una compleja combinación de los dos primeros, que se reinicia cada 52 años cuando según las creencias mayas se repiten los fenómenos naturales.

Entre las culturas prehispánicas mexica y maya, las festividades para dar la bienvenida al año nuevo constituían importantes acontecimientos relacionados con los astros que se distinguían por la preparación de platillos especiales, ritos corporales, limpieza del hogar, bailes ceremoniales y el desecho de lo arcaico.

En  el mundo mesoamericano, las celebraciones de año nuevo se regían por un calendario conformado por 18 meses de 20 días, más cinco sobrantes (mes corto) que iniciaba el año en fechas distintas, de acuerdo con cada cultura[6].

Entre los mexicas, por ejemplo, explicó la especialista, el calendario daba inicio en febrero, lo cual no tiene relación alguna con un acontecimiento astral de importancia, pues de "acuerdo con el calendario mesoamericano, el mes de 20 días que precedía a los Nemontemi (mes corto o cinco días aciagos) marcaba el fin de año".

Dicho mes era conocido como Izcalli, y coincidía con el de enero cuando se realizaba una fiesta en honor de la deidad del Fuego, Xiuhtecuhtli, quien era el encargado de la regeneración del mundo.

De esa forma, agregó la especialista en un comunicado del INAH, alrededor del elemento fuego se llevaban a cabo una serie de actos solemnes que poco a poco se hacían más grandes hasta derivar en la gran ceremonia del Fuego Nuevo, que tenía lugar en el Cerro de la Estrella, en la actual Iztapalapa, cada 52 años.

"Con el Fuego Nuevo comentó se apagaban todas las luces de México-Tenochtitlan y entonces esperaban la culminación de las `Pléyades" o `Siete cabrillas" en el cenit, señal de que nacería un nuevo Sol. Cada año debió ser una especie de reminiscencia de este hecho".

La especialista, adscrita a la Dirección de Etnología y Antropología Social (DEAS), explicó además que cada año, con pequeños maderos se elaboraba una estatua de Xiuhtecuhtli que se adornaba con una máscara de mosaico y arte plumario, tradición que fue relatada en las crónicas de Fray Bernardino de Sahagún.

Los mayas por su parte[7], "agradecen y renovan todas las cosas especiales en su servicio: vasijas, ropa, barrían las casas y todo lo viejo lo tiraban a la basura". La costumbre de barrer es muy extendida entre los pueblos, ya que entraña la renovación, pensar que para el año siguiente todo será bonito,


El tiempo maya

Así como el calendario gregoriano cuenta los años en lustros, décadas, siglos y milenios, en el maya utilizaron la “cuenta larga”, un sistema que registra el tiempo a través de cinco unidades:
Q’ij o Kin: 1 día, Winal: 20 días, Tun: 360 días, Katun: 7,200 días o 20 años, B’aktun: 144,000 días o 400 años.

Trece B’aktunes conforman una era que al terminar, vuelve a empezar.

Los nombres de los 20 días del calendario Cholq’ij son: B’atz, E, Aj, I’x, Tz’ikin, Ajmaq, No’j, Tijax, Kawoq, Ajpu, Imox, Iq’, Aq’ab’al, K’at, Kan, Kame, Kej, Q’anil, Toj y Tz’i.
De ellos se desprenden los cuatro cargadores, que “cargan” de cierta energía a los meses y los años: Iq’, el aire; Kej, el venado, la fuerza; E, el camino o porvenir; No’j, la sabiduría.

El tiempo es redondo[8]

Para los mayas el tiempo no es lineal sino circular y está conformado por ciclos. La combinación de los calendarios de 260 y 365 días, por ejemplo, crea un ciclo mayor de 18 mil 980 días, al cual se le llama la rueda calendárica y que consiste en la coincidencia de día y numeral de ambos calendarios cada 52 años.

Debido a que el tiempo es “redondo” los mayas podían prever el futuro a través de profecías. “Es como un punto determinado en las vueltas de una serpiente enroscada: en ese lugar la vuelta se repite dos, tres o más veces, pues en cada doblez hay una similitud de hechos[9]”.

Las personas que aprenden la precisión para ajustar la cuenta larga y la cuenta corta y que según su nawal (espíritu) traen el don de la intuición, la visión y los sueños, tienen la obligación de convertirse en guías espirituales. Es importante en el mundo maya: los ciclos y la capacidad desarrollada de los ancianos para visualizar el porvenir han sido la llave para la sobrevivencia de las sabidurías. Y de ellos mismos.

Con base a los pronósticos, los mayas establecieron el Tiku’, que consta de dos ciclos: el Oxlajuj Tiku’ que comprende 13 períodos de 52 años cada uno y es más conocido como los Trece Cielos. Y el B’olom Tiku’, de 9 períodos de 52 años, llamado también los Nueve Inframundos.


El B’olom Tiku’. Es el período que comenzó el 17 de agosto de 1519, y está marcado con la invasión de la conquista española, y terminó la noche del 16 de agosto de 1987[10]. El 17 de agosto de 1987 comenzó un período de cinco años llamado ‘el encaje’ y que fue de adaptación al nuevo ciclo. Y el 17 de agosto de 1992 comenzó el nuevo Oxlajuj Tiku’, que a su vez tuvo un lapso de nueve años que se denominó “la gestación” y que terminó la noche del 16 de agosto de 2001. Fue en ese lapso cuando Rigoberta Menchú obtuvo el Nobel de la Paz, se firmó la paz y los ojos del mundo se volvieron hacia los pueblos indígenas. Pero aún se necesita que transcurran 13 años a partir de esa fecha para que, en el año gregoriano 2013, entre a reinar un período de armonía y de retorno al orden natural


El gran ciclo

Además de la entrada del ciclo Tiku’ positivo, hay otro cambio de gran importancia que avizora el mundo maya. Se trata de la llegada del “nuevo gran ciclo” y que comenzará el 21 de diciembre de 2012, con el arribo del “Quinto Sol” o 13 B’aktun (otra forma de ordenar el tiempo), un período de mucha importancia para los pueblos indígenas porque, según las pronósticos de nuestros abuelos, posibilitará a los humanos ascender a un nivel espiritual de mucha armonía.

Ya hay una marcada efervescencia de lo relacionado con el tema indígena. “En Guatemala, actualmente hay 32 entidades estatales que tienen que ver con el tema indígena y en el mundo estos pueblos han tenido mayor presencia, como en Bolivia”. Pero todo esto, coinciden los guías Ajq’ijab’, ha sido un proceso que está íntimamente ligado a la cosmovisión maya.

“Hay señales que nos indican que ya es el momento[11]”,  “Para el mundo maya, el tiempo es como una cuestión cíclica en donde las cosas tienen un apogeo (como la civilización maya), parecieran desaparecer y regresan. Y todo esto se reafirmará con el cambio de cargador y con el cambio de la nueva era en 2012”, añade. En todas las acciones de la vida “no hay nada casual”, todo está preparado por las fuerzas de la naturaleza y del cosmos[12]. No es casual, que estos cambios se empiecen a dar, pero contrario a lo que muchos piensan acerca de que los mayas buscan retomar su poderío a través de puestos públicos, ese no es el objetivo,. “No pretendemos ser presidentes ni ministros porque, aunque lo podemos ser, este no es un Estado indígena ni el sistema es precisamente el mejor. Lo que esperamos es que en este país, eminentemente bicultural más que pluricultural, lleguen por fin a respetarse la cultura mestiza y la maya, que nos entendamos. El 12 Baktun ha sido un período en el que bajamos la guardia, permitimos que se nos marginara, que se nos faltara el respeto, pero la resistencia cultural ha sido valiosa y estamos de pie”.


Las celebraciones han sido silenciadas a lo largo del tiempo. Primero, la invasión española intentó exterminarlas y luego las reprimió el conflicto armado interno porque se consideraban subversiva[13]. Ha influido también que la cosmovisión maya se ha calificado de paganismo y brujería, como una campaña sistemática de desprestigio[14]”.

Con todo y esto, la celebración del Año Maya ha permanecido intacta y no se ha necesitado ni se necesitará de ningún decreto gubernamental que la institucionalice o que autorice un asueto para festejarlo[15]. Las comunidades se han organizado de tal forma que comienzan sus ceremonias por la noche, ya sea a nivel familiar o comunitario, y en las que participan mestizos  e incluso extranjeros. Reciben al año, hacen sus peticiones, conviven, terminan en la madrugada, toman su desayuno y se van a trabajar, esto es experiencia vivida como autor de este articulo[16]

para los mayas actuales cada 23, de febrero, cuando reciban al Nuevo Cargador y se acerquen más al cambio del gran ciclo, el ciclo del reencuentro, cuando las cosas, según los mayas, irán de otra manera, más balanceadas y justas. Porque los ciclos vuelven, aseguran, y el tiempo es redondo.

Para el mundo occidental, el día 14 de febrero es la fecha en que se conmemora la amistad y el amor sin embargo esta fecha para los pueblos indígenas de México, Belice y Guatemala marca el inicio de cinco días de reflexión y recogimiento, el preámbulo para recibir al año,  según el calendario maya.

El calendario maya es el conteo del tiempo más perfecto y preciso de Meso América y que a pesar de la institucionalización del calendario gregoriano (el que nos indica que nos encontramos en febrero del 2000 en adelante, sigue siendo el instrumento de las poblaciones indígenas para guiar sus vidas, sus siembras y para entender el universo.

El ingenio de los mayas se manifiesta en los 20 calendarios que poseían, los cuales abarcaron ciclos de días y de años, entre otras nomenclaturas. Los más conocidos es el Tzolkin y el Hab' Tun. El primero, también llamado Cholq'ij o sagrado, consta de 260 días ordenados en 13 meses de 20 días cada uno, los cuales se repiten después de finalizado el ciclo y tienen además una relación estrecha con la figura humana: 13 son las principales articulaciones del cuerpo, 20 es el número de dedos (10 que apuntan al cosmos y 10 conectados con la madre tierra) y 260 días es el tiempo de gestación en la mujer.

Según los mayas, las habilidades y capacidades de una persona son predeterminadas por el día, la hora y el segundo en el momento de su nacimiento. De ahí radica la importancia de conocer el Tzolkin, para que nadie viva en oposición a sus energías y a su destino, y para saber qué días son propicios para qué cosas.

El calendario Hab' Tun, Hab o civil, en cambio, se basa en el recorrido anual de la Tierra alrededor del Sol. Sirve para controlar las épocas de lluvia, de sequía, de siembra y de cosechas. Consta de 365.24 días divididos en 18 meses de 20 días cada uno, seguidos por un período de reflexión llamado Wayeb’, que termina con la llegada del Año Nuevo.

La celebración del Año Nuevo Maya es un festejo muy diferente del que se realiza en el mundo occidental cada 31 de diciembre. Desde el 18 hasta el 22 de febrero, las personas y comunidades identificadas con la cosmovisión maya utilizan los cinco días del Wayeb’ para evaluar el año que finaliza: qué lograron hacer y qué no consiguieron, y planifican lo que harán en los siguientes 365 días.

El Wayeb también es el tiempo de visitar lugares sagrados, como fuentes de agua, cuevas y piedras grandes, principalmente los que no se pudieron visitar el año anterior, para llevar ofrendas, así como reflexionar sobre la vida, la realidad y los problemas. La visita a los lugares sagrados implica el llenarse de energía positiva para todo el año, para pedir mejores cultivos y una buena conducta. Es fundamental ofrendar copal, incienso y velas, para que con el fuego se consuma el agradecimiento.

A diferencia de los k'iche'ib’ (kiches) y kaqchikela’(kaqchiqueles) (que habitan parte del occidente del país), los q'eqchi' y poqomchi' (ubicados en el norte y nororiente) celebran el Año Nuevo Maya con 40 días de diferencia. Hay varias razones, pero una de ellas es la forma en que se hizo el conteo de los días desde el 13 de agosto del año 3114 a.C., la fecha de inicio para el calendario maya, y la conversión en el calendario gregoriano.

No importando si el nuevo año se inicia el 23 de febrero o el  de 3 abril, la celebración Maya trae un nuevo "cargador". En el calendario maya existen cuatro cargadores de los meses y los años. Se trata de No'j (de la sabiduría y el pensamiento), Iq' (del aire), Kej (del venado) y E (el camino o el porvenir), que es el que se inició en febrero 365 días y que será el encauce de un gran ciclo que para los mayas está por venir...


[1] Derechos consuetudinaria de pueblos indígenas
[2] Este sistema se encuentra en Tikal, y en el Códice de Dresden. Según Bricker y Bricker:
[3] se documentó en la Crónica de Oxkutzcab... " ([14], p. S4).
[4] J. Eric S. Thompson ([70], p,127)
[5] el nacimiento de un libertador.
[6] De acuerdo con la doctora Yólotl González Torres, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH),
[7] González Torres,
[8] La traducción sería: Cíclico.
[9] Barrios en su obra El Libro del Destino, editada en 1999.
[10] Barrios, un guía espiritual de 55 años que ha recorrido 101 países dando conferencias sobre la cosmovisión maya.
[11]  Vitalino Similox. Pastor presbiteriano del occidente
[12] Esteban Pop
[13] Leandro Yax, presidente del Fondo Indígena Latinoamericano.
[14] Vitalino Similox. Pastor presbiteriano del occidente
[15] Esteban Pop,
[16] Ines Puluc 

miércoles, 2 de noviembre de 2011

La sexualidad de los indígenas

Buscando alguna información me encontré con este artículo interesante sobre la sexualidad en los pueblos indígenas de Guatemala. Es interesante como se abordan estos temas tabú para sociedades conservadoras como la nuestra. 
Espero que esta lectura crítica nos ayude a sensibilizarnos con respecto a temas inherentes a nuestro ser social-afectivo en donde estemos bien en todos los aspectos, incluyendo nuestra sexualidad.
Les motivo a dejar sus comentarios para el debate.
Saludos 
Julio Menchú

La sexualidad de los indígenas
De la sexualidad indígena se habla poco y se ha investigado menos. La contemplan para implementar programas de salud reproductiva, pero a pocos les interesa estudiar las relaciones de poder y las carencias que se anidan en las camas de los hogares mayas, que salen de la alcoba y se replican en las esferas sociales del país, donde las mujeres, por lo general, están debajo de los hombres.

Paola Hurtado phurtado@ elperiodico.com.gt

“Parece ser que la mayoría tiene relaciones sexuales en la posición de ‘costumbre’: el hombre encima de la mujer”. En general la actitud hacia otras posiciones fue bastante negativa porque “sólo hacen eso los mañosos”.


“La mujer no tiene que pensar en el sexo hasta que el hombre empieza a querer tocarla. Siempre es el hombre quien toma la iniciativa y citaron a las prostitutas como las únicas que exigen sexo al hombre, por dinero. No obstante, algunos hombres mencionaron que a veces la mujer toma la iniciativa. “Si el hombre se ocupa de trabajos cansados no piensa en sexo, si la mujer es calentona ella toma la iniciativa”. Puede indicar su deseo besando al esposo o trata de poner a los niños a dormir rápido”.



En 1990, tres investigadores (Ward, Bertrand y Puac) se interesaron en estudiar “el comportamiento sexual mayense” y titularon así una de las primeras investigaciones realizadas en Guatemala sobre la sexualidad de los indígenas. El informe señalaba que en el país era un tabú hablar de sexo entre los mayas y que los padres no les enseñaban sobre eso porque debían aprender en el momento oportuno: al casarse.



Los investigadores hicieron entrevistas y grupos focales en Quiché y Sololá. Cuatro años después, en 1994, otra investigación llamada “Concepciones y prácticas de salud reproductiva de las comunidades k’iche’ y kaqchikel”, exponía que la mayoría de los sujetos estudiados no conocía el nombre de los genitales. Algunas personas se referían a los de la mujer como “la porquería”, “la parte que sirve para tener hijos”. “El tema (el sexo en los indígenas) ha estado históricamente atravesado por las normas religiosas, morales y de las culturas particulares que buscan controlar y regular la sexualidad femenina exclusivamente para la procreación”, señalaba el informe realizado por entidades de salud.



Era la época posterior al período de mayor represión y violencia política en la historia reciente del país. Los estudios relacionados con las poblaciones indígenas proliferaban, sobre todos los enfocados a la salud y educación, pero muy pocos se centraron en abordar lo que sucede en las camas de los indígenas.



La antropóloga española Manuela Camus investigó la sexualidad entre los mayas y el Sida, y desarrolló temas como el noviazgo y la adolescencia, la menstruación, el primer encuentro sexual, el sexo en el matrimonio, las relaciones extramatrimoniales, el embarazo y el parto. Expuso que “los hombres y mujeres (indígenas) llegan a la primera relación sexual muy jóvenes, sin saber cómo tienen que comportarse. La mayoría de mujeres sintió miedo, dolor, susto y vergüenza. Muchas lo experimentan como una violación traumática”.



Un estudio hecho en 1995 en Quetzaltenango y citado por Camus, se refería a “la cultura de la pobreza sexual”. Exponía que el acto sexual en los indígenas es frecuente, pero bajo condiciones físicas y sociales muy difíciles, sin electricidad, de manera poco imaginativa y generando insatisfacción sexual a ambas partes”. Detallaba que las mujeres duermen vestidas con huipil y el corte y el hombre también lo hace con la ropa del día, lo que impide el contacto corporal pleno y propicia que la estimulación erótica previa al acto sexual sea limitada o inexistente. “No hay juegos sexuales porque se tiene miedo de despertar a los niños o a las demás personas con las que se comparte el cuarto, por eso el acto es rápido y sin mayor preparación”, citaba el estudio de Alfredo Méndez. “Con la urbanización se modifican estos patrones porque las condiciones cambian: se tiende a dormir con ropa interior, hay luz y más cuartos, se practican otras posturas y hay demanda de calidad en el sexo. La urbanización produce un efecto positivo en el conocimiento de cuestiones sexuales”, exponía el investigador.



Camus refutó que más que cultura de pobreza sexual, lo correcto es referirse a un sexo en la pobreza y bajo diferentes presiones institucionales. El sexo en la pobreza, además, se asocia con la violencia doméstica, el alcohol y la agresión sexual. “Los hombres, cuando llegan tomados, es cuando más nos piden nuestro cuerpo y nosotras tenemos que darles, porque si no nos pegan”.



Ya en el año 2000, Camus resaltaba que cuando se habla de los mayas se da por hecho que son poblaciones tradicionalistas y conservadoras, en las que no se habla de sexualidad. Sin embargo, subrayaba, las realidades están en proceso de cambio. Las generaciones más jóvenes, especialmente los hombres que tienen más permisividad, tienen más acceso a la educación y retan esas imposiciones. En general tienden a estar mejor informados que sus padres. El problema es que aún de una manera muy deficiente e insuficiente.

 

La tesis de Chirix

Emma Chirix García es reconocida en los ámbitos académicos como la persona que más ha investigado sobre la sexualidad indígena en Guatemala. Su tesis para optar a la maestría en ciencias sociales estudia a los habitantes San Juan Comalapa, Chimaltenango (“Una aproximación sociológica a la sexualidad kaqchikel de hoy”) y es el estudio más reciente (2006) relacionado al tema. Próximamente será publicado como libro. “Me dará gusto que salga a la luz un tema tabú, que es otra manera de enfrentar la dominación, el miedo y la sacralización de los cuerpos y la racialización de la sexualidad”, comenta la autora en una entrevista por correo electrónico.


En su investigación, Chirix critica que la parte social, histórica y subjetiva de la sexualidad ha evitado ser tratada en el país; sólo se ha abordado desde perspectivas biologistas y de ahí la abundancia de trabajos empíricos sobre salud reproductiva. Ella ahondó sobre la construcción de la identidad genérica, el sentido del cuerpo y el erotismo para “sacar a la luz conocimientos y prácticas ignoradas o censuradas”.



Estudiar así la sexualidad, expone, es comprender cómo tiene una base restrictiva, traumática o placentera; es analizar la represión del deseo, las instituciones que generan las normas y los individuos que las reproducen, pero también los espacios donde fluye el placer y el erotismo. A continuación se presenta un extracto de algunos de los puntos desarrollados en su estudio.

 

menstruación, virginidad y desnudez

En muchas familias no se habla con detalle de la menstruación conocida como “k’o chic ruch’ajon o “ya tengo ropa que lavar” (porque antes no se usaban toallas sanitarias). Pocas madres informan a sus hijas previo a la aparición y cuando llega, las advierten más sobre sus consecuencias con frases como “te cuidás porque los hombres te empiezan a engañar”. El engaño significa dejarlas embarazadas.


El temascal o tuj (baños de vapor artesanales) funciona como uno de los pocos lugares de encuentro de los cuerpos desnudos: de las madres con sus hijos, las mujeres con mujeres, hombres con hombres y las parejas de esposos. Se sabe que algunas parejas mantienen ahí relaciones íntimas después de bañar a los hijos.



En Comalapa la virginidad se valora tanto como el matrimonio. La razón primordial es que la mayoría es católica o evangélica. Se impone que las mujeres lleguen castas al matrimonio. Algunos padres y madres averiguan si la futura nuera es virgen. El rompimiento del himen sólo tiene que ser en la noche, después de la boda. Las relaciones prematrimoniales no son aceptadas, pero en la vida cotidiana, las adolescentes y jóvenes mantienen relaciones clandestinas.



En Comalapa, la mujer desflorada ya no es bien vista. Los hombres aseguran que las pueden identificar por la forma en que camina o el color de su piel (se ponen amarillas, dicen). Las familias intentan recuperar el honor a través del matrimonio. Algunas se resignan a la humillación.


El cortejo y el comportamiento correcto

Antes, los novios tenían prohibido tocarse y acariciarse. La mujer no tenía permiso para hablar mucho con el muchacho, menos de noche. Antes de los años ochenta el beso era en privado porque estaba mal visto. Ahora, que las mujeres también estudian y trabajan, han cambiado las dinámicas. “Platican con el novio, se dejan que les abracen el cuello, no se asustan. Ya son las mujeres quienes dan su cosa, ya no es el hombre quien insiste”, se quejaron con Chirix algunas ancianas.


Las jóvenes hablaron más con la investigadora acerca del deseo (sexual) que las adultas. “Cuando nace el deseo, es cuando uno mira un hombre bien bonito, bien chulo”, dijeron. Aunque las entrevistadas hicieron mención de la masturbación no manejaban mayor información. “Pareciera que no se dan placer a sí mismas”, acotó la investigadora. 

Sobre el placer, en cambio, no se habla, existe miedo y se ha restringido su búsqueda. La mayoría negó haber experimentado esa sensación. Muchas familias kaqchikeles viven la sexualidad como pecado.

 

Lugares correctos y prohibidos

Los lugares permitidos para el sexo deben ser la casa, la cama y la noche. Los prohibidos son el campo, la milpa y el tuj porque “es pecado”, pero se sabe de hombres que de día jalan a la mujer al campo y de parejas que prefieren hacerlo por la mañana porque no están los niños. Generalmente los dormitorios de los kaqchikeles son colectivos. La falta de un espacio privado no permite a la pareja, especialmente a la mujer, disfrutar de la relación sexual. La mujer se preocupa de que los niños puedan despertarse, reprime sus emociones. El hombre lleva a cabo la penetración sin que ella sienta placer.


Los jóvenes han buscado espacios nuevos, lugares solitarios y oscuros como “detrás del hospital o detrás del cementerio”.

También mencionan las pilas comunales. La mayoría de parejas que se casan ya ha tenido relaciones sexuales.
Actualmente en Comalapa se observa el fenómeno de los adolescentes que se lanzan a tener relaciones y dejan embarazadas a las jovencitas y no se hacen responsables. Hay un alto número de madres solteras. También de abortos clandestinos. En un barranco una vez se encontraron varios fetos, pero la comunidad los ocultó y no se hizo público.

 

El acto, el poder, la violencia y la familia

Él dice cuándo y cómo y la mujer acepta. Le han hecho creer que es una de sus obligaciones “para eso está”. Para varias entrevistadas por Chirix la primera vez fue una experiencia traumática. El dolor es el común denominador. La expresión de ternura y placer están ausentes. Las relaciones se llevan bajo condiciones de silencio e inmovilización. No se acepta el grito, el jadeo, las risas, las palabras ni los movimientos. “Callate, no vayás a hacer ruido, así te dice el hombre y vos gritás, porque duele, duele”. Ni hombres ni mujeres, expone Chirix, han sido educados. Han aprendido en la escuela, la familia y la Iglesia que el placer sexual es algo peligroso que debe ser controlado y negado.


Otro elemento crucial son las relaciones de poder. La violencia sexual manifiesta poder a través del daño de los órganos sexuales y la sexualidad en general. Su objetivo es dominar y desvalorizar. Ante la exigencia de algunos hombres de tener relaciones todos los días o a cada rato, algunas buscan formas para no ser molestadas como enrollarse en fajas hasta quedar como momias. “Ellos molestan aunque la esposa esté enferma”, dice una anciana. El malestar también es fuerte cuando conviven con alcohólicos que les pegan y las obligan a tener sexo. “En la noche lo quieren a uno y en el día lo tratan como sirvienta”. Algunas mujeres se están atreviendo a denunciar las agresiones y a pedir justicia.



La familia es uno de los pilares centrales a partir del cual se construye la sexualidad. El matrimonio tiene una gran importancia entre los kaqchikeles. La edad ideal para casarse es a los 20 años. En la mayoría de unidades domésticas el hombre administra el hogar. La obligación de la mujer es obedecerlo. En las familias está ausente la orientación sexual, se traspasa la responsabilidad a la escuela. Los niños satisfacen su curiosidad no resuelta con amigos y medios de comunicación. La Iglesia, por su parte, estableció un modelo alejado del placer y relegado a la reproducción, bajo el predominio sexual masculino. Las iglesias católica y evangélica continúan ejerciendo un importante control hacia la familia, el matrimonio y las relaciones de pareja, critica Chirix.



Según los documentos que ella analizó para su estudio, antes de la venida de los españoles existía la homosexualidad.

Actualmente la hay entre indígenas, al igual que el lesbianismo, pero sólo se conoce en grupos de confianza.


La investigadora considera que sobre la sexualidad indígena aún hay mucho por estudiar. Como los deseos y las prácticas sexuales, el incesto, el aborto y la prostitución. “Sobre las posturas, no indagué, pero las metáforas en los diversos idiomas mayas denotan que existen y se practican. Yo puedo afirmar que se practican varias, aunque no se habla de esto.

Es cierto que en el mundo occidentalizado se ha hablado mucho de este tema, pero en Guatemala ni los criollos, ni los mestizos han hecho este tipo de investigaciones”. 


El aporte de su estudio, enfatiza Chirix, es poner en discusión un tema tabú, investigar qué hay detrás de la sexualidad y cuáles son las causas de su prohibición. “El bien vivir”, dice “también significa ser felices con nuestros cuerpos y nuestras sexualidades”.


  
Cuando se habla “de eso”

Hablar sobre sexualidad les provoca risa y nervios, pero se ha observado que algunas sienten placer al hablar sobre el tema y entre bromas expresan sus sentimientos y experiencias, emplean analogías como gato, banano o chile. Algunas frases y anécdotas captadas durante el trabajo de campo de Chirix fueron:

-“Una madre aconsejó a su hijo: “ahora que te casaste buscá donde están los pelos de tu mujer en la noche”. El día siguiente el hijo le reclama: “Lo hice, pero no lo sentí rico”. “¿Pero dónde lo hiciste hijo?” “Vos lo que me dijiste era donde había pelo. Yo lo hice aquí, en las axilas”.

-Sobre el tamalito: “una mujer pide haga el favor de hacer largo el tamalito como el pene y las demás se sueltan a reír. Otra agrega: ¡Ah! Vos te gusta lo que te hacen” y así continúan riendo”.
-Entre las expresiones que invitan a la actividad sexual se utilizan (en kaqchikel) “te tiro en la cama”, “te voy a agarrar”, “vamos a la milpa” o “regálame un poco” (las dice el hombre). Y cuando las tratan con irrespeto en la calle les dicen a las mujeres: “tutz’ tutz’” que significa vulva, vulva y produce malestar para algunas y risa a otras.

Tomado de: elPeriódico 3 de octubre de 2010