Desde el surgimiento del universo, los mayas encontraron la explicación de la vida a través del movimiento de luna, de Venus, de la tierra y otros astros que conforman la galaxia, de ahí la necesidad de organizarse en lo social, en lo político, económico y espiritual, mediante rigurosas observaciones convergentes con este orden uno de estos calendarios es el CHOLQ’IJ (Calendario Sagrado) llamado también el de la cuenta corta que consta de 260 días, dividido en 13 periodos de 20 días.
El cholq’ij se inicia con el B’atz’; significa el comienzo de la gestión humana durante las nueve lunas recorrido que orienta la vida de las personas y del universo, para definir los aspectos positivos y negativos de su personalidad. El festejo importante del cholq’ij es la ceremonia del WAQXAQI’ B’ATZ’. Especialmente es el día de los ajq’ij (guías espirituales) se inicia desde el waqi’ toj, (seis ofrendas) es cuando comienzan el corrido de las nuevas autoridades y servidores de la comunidad, es la última presentación de las nuevas autoridades y servidores.
En el Wuqu’ Tz’i’ (siete perros o autoridades) que es el día siguiente, donde se realiza una especie de examen para las nuevas autoridades, que en la educación de los mayas en cuanto se le pregunta tres veces ante los acompañantes, si está seguro de asumir su rol, en función de los principios, sin ambicionar, lucrar y cualquier otra debilidad que atenta contra la dignidad, respeto y armonía con lo que lo rodea. En seguida el WAQXAQI’ B’ATZ’. Waqxaqi’ es el numeral ocho que indica dos veces completo, exacto por referencia a la totalidad de las cosas; B’atz’, indica además el inicio de todo acontecimiento natural.
El Waqxaqi’ B’atz’ para el nuevo ajq’ij, es el cierre de sus estudios, que normalmente se compone de trece veintenas (260 días) confirmados en los numerales uno, seis y ocho, recorriendo todos los días del cholq’ij. El nuevo Ajq’ij resulta así conocer de la filosofía y las ciencias mayas, y asume una especialización profesional según su nawal (espíritu protector o destino) ante las autoridades espirituales, ante el creador y formador de la vida, esto es un acontecimiento muy importante para la persona y la comunidad porque allí es declarado servidor de la sociedad.
El Waqxaqi’ B’atz’ para el ajq’ij que tiene años de ejercer la responsabilidad es un acontecimiento muy valioso para renovar, confirmar sus conocimientos y servicios. Es también un evento de gran trascendencia, porque cuando se reúnen todos los Ajq’ija’ para recordar el nuevo regidor del año, el cargador del calendario solar del siguiente año y que orienta la vida de la sociedad en concordancia con la naturaleza.
De acuerdo a los Ajq’ija’ contemporáneos, esta práctica espiritual no ha tenido cambios alguna hasta el momento, como pretenden hacerse creer, ya que desde el principio de la educación y preparación se hace de forma oral y practica, algo que en la época colonial fue calificado por los misioneros cristianos como malévolo y politeísta, al no resultar coherente con la concepción teológica-cristiano, por tanto, fue prohibido, pero, en el seno de la familia, la sociedad y en forma oculta el ceremonial del Waqxaqi’ B’atz’, se mantuvo practicando en los pueblos y comunidades y no es sino hasta estas tres últimas décadas sale nuevamente a luz pública.
El Waqxaqi’ B’atz’ se da a conocer como algo sagrado e importante para la vida de los mayas de hoy, ya que el computo del tiempo está íntimamente ligado a la vida cotidiana del ser humano de la sociedad y del equilibrio de la naturaleza. Las ideas sobre la organización del tiempo y del espacio están plasmadas en la organización social y espiritual del pueblo maya.
El 11 de Julio de este año se llevara a cabo el Waqxaqi’ B’atz’, es el día de los ajq’ija’ (guías espirituales), ese día la ceremonia se realizara en todas los centros ceremonial de Guatemala lo realizaran instituciones del movimiento maya, asociaciones de ajq’ija’ y otras personas en particular, para agradecer el inicio de otro ciclo de vida humana y prepararse al recibimiento del nuevo año maya. La Ceremonia Maya es el agradecimiento por excelencia. (En la introducción al libro Ensueños de Maíz de Daniel matul. Liga maya 2002), habla de “la posibilidad de hallar y recuperar algo que nunca habíamos perdido: nuestra cósmica identidad, la experiencia de volver a nuestra postura original de seres humanos relacionados directamente con el mundo vegetal, animal mineral y celeste”.
Habla también de la paradoja: “La cosmovisión maya es tan antigua y tan joven, apuntan hacia valores universales, esquivan esquemas, proponen conciencia moral-ética en el manejo de la ciencia y de la técnica y, en la vibración de la vida; formulan actitudes de unidad ante las demandas existenciales, seguramente, para volver a la capacidad de sentir el cosmos como nuestra auténtica casa.
Así se abre la posibilidad de descubrir el bien social, la felicidad personal, el bienestar colectivo, el sentido y la finalidad de la vida, con tan solo regresar a la lógica del corazón. En medio de la materialización y la indiferencia… hay esperanza y porvenir… en soñar puede ser una de las claves”. “La realidad es la visión que tenemos de lo que nos rodea, pero hay otras realidades más sutiles que son más importantes. El ser humano, en el transcurso de la llamada “evolución”, perdió su capacidad de percepción y es por eso que está desconectado del cosmos y se encuentra en un desamparo anímico que pretende suplir con cosas y disposiciones materiales, las que lo condenan a la autodestrucción. ¡Por eso es imperativo el retorno al orden natural! Por eso el “ser maya es pertenecer a una cultura cósmica que nació con cosmovisión y la practica en la vida cotidiana sintiendo que es imposible vivir disociado de la naturaleza y de los ciclos vitales en los que estamos inmersos más allá de nuestra voluntad.”
El waqxaqi’ B’atz es el día especial para agradecerle al Corazón del Cielo, corazón de la tierra, corazón del aire, del mar. Corazón del Cielo, Corazón de la tierra, el papá sol, aire, agua, tierra, fuego, no es abstracto, es real. Toda esa aroma junta es la que va como ofrecimiento y agradecimiento y ese aroma agradable es la que sirve para pedirle al Ajaw por nuestras necesidades y para agradecerle todo el favor que nos proporcionan. Todo es natural y extraído de la naturaleza, así como nosotros somos uno con la naturaleza.
(Respetamos la ortografía que está en idioma Kaqchikel)
Kab’lajuj Keme’: Ines Puluc Boror
La rueda no para de girar! Bienvenido sea cada día!
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